Les voy a hablar de la masa más suave, pero consistente, que transformaremos en una base de tartas. Su nombre: Pastaflora, Mürbeteig, Pâte Sucrée, o Masa Quebrada. La llamen como quieran, pero ella es francesa. Es delicada, sutil y de frágil consistencia, Aunque hay que acariciarla con las manos frías, quiere unos dedos hábiles, y cuando la calientas alcanza el punto perfecto mara meter lo que quieras dentro. ¡Es una estrella en la dulceía fina!. En la boca es dulce, crujiente y de textura deliciosa. Cuando la prueben querran quedarse con ella. Es sencilla de trabajar, aunque a veces pide lujo, se adapta a todo y es un gran apoyo.
Para semejante joya, mecesitamos, 250gr. de harina, 125gr. de mantequilla, 60gr de azúcar, una pizca de sal y un huevo. La mantequilla se mezcla con la harina , el azúcar y la sal, con un cuchillo, dejando una consistencia de migas de pan, y en ese momento se introduce el huevo. Se amasa muy poco. Se hace una bola y envuelta en plástico de cocina, se deja reposar media hora en al frigorífico. ¡ Y a imaginar !. Quiero artistas que diseñen las bases y los rellenos. ¿Hay alguien?
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